10 de diciembre de 2012

Generaciones

Imagen: Erika Lugo


La sabiduría se transmite de madres a hijas, de mujer a mujer. Ahora se que tenemos una especie de 'poder oculto' entre nosotras. Buscamos arañas con las que tejer nuestra propia red. A pesar de vivir en un tiempo en el que todo el mundo va a sus propios asuntos sin importarle demasiado o nada los de los demás. Y no me refiero a cotillear, que de eso vamos sobrados.

Aun cuando muchas mujeres no tenemos tribu con la que criar. Aun así, están las madres, seres (en su mayoría) incondicionalmente inalterables al paso de los tiempos. Esos seres protectores que te tienen en el pensamiento cada día. Esos que desean tu bien por encima del suyo. Esos que son capaces de ver en unos ojos perfectamente maquillados, que lloraron hace horas. Esos que saben que algo te ocurre con sólo atravesar el umbral de la puerta. Esos que dan los abrazos más reconfortantes del mundo. Esos que sabes ahí. Siempre. Que arropan, protegen, sacan sus garras de osa si han de defender a sus cachorros, por adultos que éstos sean. Esos que sienten parte de su propio ser a los retoños de sus crecidas crías. Esos que transmiten toda su sabiduría a coste cero, que dan sentido a la palabra altruísmo. Esos seres que ocupan un espacio tan grande en tu vida, que si dejan de estar en ella, es imposible rellenar el vacío que dejan.

La preciosa ilustración que acompaña este post es representativa de tal magnitud, si nos la imaginamos sin esa gran madre sabia que protege, sostiene, transmite y enseña atrás. No hay hojas, ni flores, ni calor, ni abrazos. Un sencillo y aplastante vacío tras de tí si te identificas, como yo, con la mujer del medio. Detrás existe 'la nada', un precipicio por el que no conviene asomarse demasiado. Tan sólo queda un reflejo de luz, en tu interior, de esa gran madre sabia que ya no está. Y lo atesoras entre las fuertes paredes de tu corazón para que no escape nunca.
Creas tu propio camino, con tu cría protegida entre tus brazos y una espalda más ancha para absorber la carencia generacional existente. Así que pasas a visualizarte como la madre generacional que te faltó a tí. Y sueñas con llegar a ser esa gran madre sabia que protege, sostiene, transmite y enseña; atrás, cuando tu cría, ya mujer, vuelva a hacerte madre algún día.

Mireia


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29 de noviembre de 2012

Calendario de Adviento

Este año estaba decidida a no comprar calendario de Adviento. No, porque les compro la cajita esa tamaño folio con chocolatinas dentro y no dura ni dos telediarios en casa.
Pero gracias a Sonia Rives que me dió la idea, he realizado para mis peques un calendario de adviento muuuy especial y personalizado, donde apenas hay chuches y sin embargo creo que les va a encantar. ¡Tengo unas ganas de que sea día 1!!!

En este calendario tan especial, he dado cabida a varias cosas, intentado fomentar el 'espíritu navideño' y el tiempo en familia (sino, pa' qué!).



Os doy algunas ideas por si os inspiráis vosotras también! Para el año que viene, esta otra, con latas, me ha encantado! ;)
Cada día tiene un sobre numerado con el número al que corresponde, donde están escritas las actividades a realizar ese día. Los días que son actividades muy tranquilas, son los que llevan 'extra': unos bolígrafos, unas pegatinas, chocolatinas, Chupa Chups,  chicles y sugus.

Entre las actividades, se encuentran:
- Juego "adivina el sentimiento": Mediante gestos y/o mímica, tendremos que adivinar el sentimiento que nos están interpretando y donde solo se pueden obtener como respuestas 'si' y 'no'.
- Adivinanzas navideñas.
- Cuentacuentos navideños.
- Creamos adornos navideños.
- Confección de postales de Navidad.
- Adornar el árbol.
- Montar el belén.
- Paseo por la ciudad, ver las luces, merendar chocolate y participar en alguna actividad pública. (Ya que pagamos semejante despilfarro de luz queramos o no, al menos disfrutemoslo, no?)
- Poesía sobre los Reyes Magos:



EL CAMELLO COJITO
[Gloria Fuertes]

El camello se pinchó
con un cardo del camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.
Baltasar
fue a repostar
más allá del quinto pino…
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su ‘Longinos’.
- ¡No llegamos,
no llegamos y el Santo Parto ha venido!
-son las doce y tres minutos
y tres Reyes se han perdido-.
El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.
Acercándose a Gaspar
Melchor le dijo al oído:
- Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.
A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su tipo!
Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empuja al bicho.
Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos-
los tres Reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.
- No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero -repitió el Niño.
A pie vuelven los tres Reyes
cabizbajos y afligidos.
Mientras el camello echado
le hace cosquillas al Niño.



- Visita a un pueblecito de montaña, tradición típica en nuestra familia desde hace muchos años, junto a unos amigos. Fira de l´avet d´Espinelves, una feria artesanal que nos encanta.
- Llevamos nuestras postales y cartas para Papá Noel a correos para que puedan llegar a sus destinos.
- Día de nieve: batalla de bolas, muñeco de nieve (con su zanahoria, botones y bufanda), tirarnos en trineo.
- Patinaje sobre hielo en compañía de amigos.
- Cocinamos galletas navideñas.
- Todos nos besamos bajo el muérdago para cumplir nuestro deseo de amor y felicidad, y el día 27 se quema para que se haga realidad.
- 'Me gustan muchas cosas de tí', pero hoy vamos a decirnos tres cosas de cada uno que nos gusten especialmente.
- Día de buenas acciones: Los niños decidirán qué buena acción quieren hacer sin obtener nada a cambio, y saldremos a realizarla. Porque a veces, el mejor regalo es el que se hace.
- Día de jardinería: Tenía un kit de jardinería comprado y a cambio de muchos, muchos besos, podrán conseguirlo y plantar sus propias semillas para verlas crecer y aprender.
- Día de fotos familiares, todos nos fotografiamos con todos!
- Para finalizar, intentaremos repetir la comida del año pasado en la Posada de los Gnomos, Port Aventura, comiendo la mar de divertidos y cantando y comiendo turrón con Santa Claus en persona! (Se pueden conseguir descuentos con las entradas, y el menú -cerrado y ciertamente bueno para ser de un parque de atracciones- de la Posada de los Gnomos cuesta 35€/adulto y 18€/niño, que ha de reservarse en el 902.202.220)




Así que más o menos éste va a ser nuestro calendario de adviento. ¿Qué os parece? ¿Teneis otras ideas?



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28 de noviembre de 2012

Manualidades navideñas

El año pasado hicimos los adornos del árbol de navidad haciendo una guirnalda de 20 pompones, estrellitas tridimensionales (estrellas en cartulina dorada con un corte entre dos patas para poder encajar dos estrellas), otras planas con purpurina blanca dentro (dos estrellas recortadas,  con dos láminas de papel charol transparente por la parte interna, relleno de purpurina blanca y pegadas), lacitos de papel maché y la estrella fugaz dorada con purpurina dorada en el interior...
La verdad es que, sobre todo la guirnalda de pompones, nos llevó su tiempo, pero nos gustó mucho el resultado. :)
(Si clicáis sobre las imágenes se amplían)




Para este año, llevaba días guardando imágenes de manualidades navideñas que se puedan hacer con los niños, recopiladas de varios sitios de internet. Lo cierto es que es una excelente forma de tenerlos entretenidos y, todo sea dicho, ellos no son los unicos que disfrutan con ellas! ;)

Muchas de estas actividades las he sacado de Actividades de Educación Infantil, donde cuelgan cosas realmente chulas y fáciles para hacer con los peques, tanto en casa como en el colegio. Podeis encontar muchas más en páginas como VCTRY' s BLOG , Peque Ocio o en Las Manualidades, aunque existen muchísimos sitios (que también podeis compartir!)
Os dejo aquí una muestra por si os animais con alguna, y de hacerlo, me encantaría que me lo contarais!


Actividades con depresores (los palitos de los médicos, los venden en las farmacias y son baratos) o también con palitos de helado reciclados o comprados (aquí, por ejemplo). Mas actividades con depresores.




Postales navideñas






Adornos varios
La primera estrella blanca son 'rodajas' de un rollo de papel higiénico o de cocina, igual que las coronas de rey, hechas con el mismo material. Las bolitas, de poliespan con técnica de papel maché (trocitos de papel seda pegado con cola infantil rebajada al 50% en agua) y los arbolitos estan hechos sobre una base de cartulina, con chapas de botellas rellenas de plastelina y cuentas, purpurina y un cordel. La corona, hecha con pompones de lana y estrellitas de fieltro. El angelito, hecho de pasta seca, no os parece chulísimo? Y el reno, con piezas de puzzle!










Estrellas con papel de magdalena



Cajitas decoradas




Y ¡hasta cuadros!





Portavelas
(Bote de conserva, cinta adhesiva de doble cara + sal o azúcar)




 ¿Qué os han parecido? Si voy encontrando más cositas que me gusten, os las sigo añadiendo!


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7 de noviembre de 2012

De madres a hij@s

Hace unas semanas, y a raíz de un mensaje que circulaba por internet llamado "Mamá, entra en la foto", muchas mamás tomaron conciencia de que da igual si estamos divinas o "de estar por casa", que lo importante es que salgamos junto a nuestros hijos en las fotografías. Da igual cómo estemos, lo importante es que estemos ahí. La vida me ha hecho valorar mucho según qué detalles, y quiero con este post haceros tomar un poquito más de conciencia sobre el tema si me lo permitís.

 Imagen de Katie m Berggren


Comenzando por el nacimiento de mi hijo, donde estaba tan tremendamente gorda que no quería salir en ningún sitio que me inmortalizara 'en aquél estado' y acabando con mi maravillosa y fallecida madre. La perdí con 24 años y ella 47 recién hechos, por una leucemia 'galopante' que se la llevó en 12 días.
Ya 'tendría tiempo' de hacerme fotos con mi hijo cuando estuviese un poco más decente... pero nunca sería otra vez el día que me hizo madre. ¿Qué necesidad había de fotografiarme con mi madre? Si ella iba a estar siempre ahí... hasta que se fue.

La gran suerte es que yo fui un espécimen raro y encontré un chico maravilloso que pensaba igual que yo... Me fui a vivir con el, nos casamos, y tuvimos un hijo 'demasiado pronto' para la gente de nuestro alrededor (yo 23, mi marido 24), aunque nuestro hijo fue deseadísimo y buscado. Pero gracias a querer ser padres jóvenes, mi madre vio casarse a su hija y conoció a su nieto. Murió cuando mi niño tenía añito y medio.

No tengo fotografías con ella, ni siquiera una donde salgamos solas el día de mi boda. Deduzco que durante mi infancia, ella también pensaba que la 'importante' era yo, porque apenas hay alguna fotografía juntas de cuando yo era muy pequeñita. Solo hay un par de fotografías con mi hijo, que era la alegría que le quitaba todas las penas, en las que a ella se la vea. En el resto, es un mero 'soporte' de mi entonces bebé.
Tengo dos vídeos que no me atrevo a ver, ejerciendo de abuela como nadie más lo ha hecho, ayudando a caminar a su pequeño tesoro... pero ella no sale. ¡Lo importante era mi niño!

Mi madre, la fuerte, la que siempre estaba ahí. Nunca, jamás, se me pasó por la cabeza que pudiera ocurrir lo que pasó. ¿Cómo iba YO a quedarme sin madre?

Cuando hablo de ella, la gente me comenta que debía estar muy unida a ella: NO.
Mi gran problema fue que yo siempre había visto a mi madre como 'una madre', no había sido mujer de confesiones, ni de complicidades... ella había sido MADRE. La que me regañaba, la que me obligaba a hacer cosas, la que me daba lecciones y me hacía enfadar muchas veces... (La que me bordaba mi nombre en las batas, la que me entraba los vasos de leche a la cama con cuarenta cosas trituradas porque era niña de comer muy poco, la que me enseñó a dividir, a cocinar, a ser justa, a pelear por lo que quería, aquella a la que hice llorar tantas veces en mis años adolescentes...)
Todo comenzó a cambiar cuando me fui de casa... vivíamos muy cerca, y nos veíamos casi diariamente. Entonces comencé a ver a una MUJER. A una mujer inteligente, fuerte, luchadora, buena, dulce, con un enorme corazón, que lo había dado todo por sus hijos, y que había tirado de una familia entera durante muchos años. Conocí a una mujer que, día a día, me caía cada vez mejor sin darme cuenta. Una mujer con la que pude tener una o dos  conversaciones de madre a hija, de mujer a mujer. No se cuantas fueron, muy pocas... ni se de qué hablamos. Lo que recuerdo fue sentirme bien, comprendida, conectando con aquella mujer que había tenido toda mi vida delante y jamás había visto. Aun así, aquello fue una especie de aperitivo, jamás llegué a probar el sabroso menú que seguro me esperaba junto a ella.

Cuando murió me enfadé con ella, me había abandonado. Luego supe que es un proceso normal que forma parte del duelo, de mi duelo. Se activaron absolutamente todos mis mecanismos de defensa, algunos de los cuales se convirtieron después en mi losa personal. Uno de ellos fue dejarla sola cuando era cuestión de horas que su corazón dejase de latir. Es como intentar tocar el fuego: sabes que te va a quemar, por tanto tu cuerpo y mente lo van a intentar evitar aunque tengas intención de tocarlo. A mi me producía tanto dolor que no fui capaz de estar junto a ella en sus últimos momentos.
Ya no sentía nada, decían los médicos. Pero la ultima vez que entré a verla, sedada e intubada, ya no aguanté mas y me desmoroné sobre ella llorando desconsoladamente y pidiéndole que no se fuese. Le cayó una lágrima por la mejilla. A ella, que no sentía nada.
Despídete. Siempre. Saca fuerzas de donde no las tengas para hacerlo. Cuando el tiempo hace curar las heridas, los remordimientos siguen sangrando.

El oído es el último sentido que se pierde, incluso cuando el corazón deja de latir, se sigue escuchando durante unos segundos. Me fue de gran ayuda leer después el libro "La muerte, un amanecer", que al menos me hizo creer que se fue tranquila.

Con esto no quiero decir que vivamos día a día como si nos fuésemos a morir. Pero si que seamos conscientes de que eso pasa cuando pasa, que podemos enfermar en una larga enfermedad o tener un accidente de tráfico. Que estas cosas no avisan, que nunca crees que puedan pasarte a tí... hasta que te pasan.
Así que, aunque a veces puedan ser pesadas, es un lujo tener a una madre al lado. Yo la he necesitado tantas veces, la he querido llamar tantas veces, la he echado en falta en tantas ocasiones, he querido compartir con ella tantas cosas... Pero no está. Y aun puedo decir que tuve suerte de llegar a conocerla un poquito, pero eso también me hace sentir el vacío de haberla tenido toda la vida delante y no haberla sabido valorar, ni ver como lo que era.

Compartid vuestra vida con ella, dejad que 'malcríe' a vuestros hijos (sería muchísimo más triste no tener a nadie que lo haga, a nadie que los quiera por encima de todo, os lo aseguro), que los mime, que los arrulle. Ellas son únicas para hacerlo, de veras. Y si mirais sus ojos, podreis ver la admiración y orgullo que nuestros hijos, sus nietos, despiertan en la mayoría de ellas. Os aseguro que eso es un lujo. Pasad tiempo con los vuestros, los niños nunca más volverán a tener la edad que tienen, luego no nos dejarán que los abracemos y besuqueemos todo el día, su infancia no volverá jamás. No os la perdais, es el mejor tesoro que tenemos en la vida. Y todo aquello que hayamos vivido, nadie nos lo podrá arrebatar. Así que ¡vivid y dejad constancia de ello!

Dejaos fotografiar. Fotografiaros con vuestros hijos. Da igual cómo, pero salid. Fotografiaros con vuestras madres. Fotografiaros como familia, que quede constancia de vuestra felicidad. Fotografiaros con vuestros mejores amigos, con aquellos a quienes queráis. Fotografiad a vuestros hijos con sus abuelos, para que puedan recordarlos no sólo por vuestras palabras. Da igual si estais en pijama, inmortalizad una mañana de cuentos, de cocina, de manualidades, de bricolaje, de juegos, de cama. Siempre es mejor una fotografía recién levantada que ninguna. Siempre es mejor un álbum casero que el corazón y la mente como único recuerdo.

La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.

La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es un misterio, descúbrelo.

La vida es promesa, cúmplela.
La vida es amor, gózalo.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es una tragedia, domínala.

La vida es aventura, vívela.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es VIDA, defiéndela.

Madre Teresa de Calcuta
[Macedonia, 1910 - India, 1997]



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30 de octubre de 2012

Aprende a ser un buen cuentacuentos


De tantas veces que los habeis explicado, os sabeis de memoria Caperucita Roja, Los tres cerditos o Juan sin miedo. Seguramente para vuestros hijos, no han nadie que os iguale en el difícil arte de poner voz de animal, de bruja o de príncipe valiente y recordar exactamente el tono para la siguiente ocasión. Pero ¿sois los mejores cuentacuentos del mundo mundial?

Para fomentar el amor por la lectura, algo que además de ayudarles a desarrollar su imaginación ahora y por consiguiente su inteligencia después, les dará grandes satisfacciones a lo largo de la vida, no hay como predicar con el ejemplo: Si queremos que ellos lean, que nos vean leer a nosotros.
Tampoco podemos obligarles a leer, o perderá todo el encanto y acabarán odiándolo si es una imposición.
Es conveniente que comiencen a desarrollar el amor por la lectura, y no por el libro que nosotros queremos, sino de la forma que a ellos les nazca. Un cómic es bueno, un libro de aventuras o uno de princesas, de mecánica o de intriga. Es importante respetar sus gustos, actuando únicamente de moderadores de edad, porque si queremos que acabe amando TODA la lectura, primero hemos de conseguir que "se enganche" a leer.
Para poderles mostrar el amplio abanico de posibilidades lectoras que tienen, nada como una biblioteca. Infórmate en la biblioteca de tu municipio o la que te quede más cerca, porque en muchas ofrecen 'tardes cuentacuentos' gratuítas, donde disfrutan ellos... ¡y disfrutamos nosotros! Así podeis escuchar un buen rato de cuentos, y despues mirar, ojear y hojear todos los libros que queráis, y llevaros a casa aquellos que más os hayan gustado. Supongo que funciona igual en toda España, pero en Cataluña tan sólo hay que hacerse una tarjeta de socio, gratuíta e instantánea, para poderse llevar libros en préstamo.
Si estás pensando en comprarle algún libro, mejor llévatelo a la librería... Que lo escoja él, mientras respira el inconfundible aroma de una librería repleta de libros nuevos (¡a mí me encanta!!!).
Y sobre todo, léele cuentos desde bien pequeñito. Leí a un enfermero un día que contaba cómo una mamá le preguntaba si con dos años 'ya podía' leerle y comprarle cuentos a su niño... ¡por supuesto!!! Existen infinidad de títulos maravillosos, dulces y cortitos, para leerles desde su más tierna infancia...  

Aquí tienes algunos listados de cuentos que quizás te puedan ser útiles:
 

Para aprender a ser aun mejor cuentacuentos y conseguir captar toda la atención del pequeño, tan solo hace falta que os atreváis a inventar las historias a explicar, que sean únicas e irrepetibles. Aquí teneis unos cuantos trucos que os ayudarán a tener la nota más alta en el concurso de "mejor explica cuentos del mundo". Tomais nota?
  • Involucrad a los niños en la historia. Los podéis convertir en el protagonista de la historia o hacerlo colaborar aportando sonidos y ruidos que lo enriquezcan. Lo importante es que conseguireis que focalice su atención en el momento.
  • Convertidla en una historia familiar. "Había una vez, cuando la abuela era pequeñita...". Las cosas que pasaban antes no son, de hecho, tan diferentes a las que pasan ahora. Conseguireis darles a los cuentos un sentido del tiempo y de la historia.
  • Basad la historia en un tema real. Adaptad el cuento a lo que en ese momento rodee la realidad de los niños. Si ha de nacer un nuevo hermanito, si han de comenzar en un nuevo colegio, si os teneis que cambiar de casa... Todos son buenos puntos de partida para crear un cuento. Tendrá un buen punto de partida cuando pasen estas cosas.
  • Explicadlos y volvedlos a explicar. No descubrimos ningun secreto si os decimos que a los niños les gusta mucho sentir una y otra vez la misma historia. Muchos, no tienen límte!

"Contarle cuentos a los pequeños es un hábito que quedo en el pasado, allá con nuestros padres y abuelos; una clásica escena que se quedo atrapada en el televisor.
Hoy los padres estamos tan saturados de tareas que no nos queda tiempo para nuestros hijos, y mucho menos para leerles un cuento antes de dormir.
El leerle un cuento nuestros hijos todas las noches es más que una simple actividad para arrullarlos, puede beneficiarles de manera importante tanto a ellos como a nosotros, por ejemplo ¿sabías que al leerle estimulas su lenguaje e imaginación?, ¿consigues relajarte y relajarlo creando unos lazos más fuertes entre ambos?" [Sigue leyendo]

Además, si con unas titellas de dedo vais ilustrando la narración, dejaréis a los peques sin poder pestañear. Os dejo este precioso cuento descargable: "La manzana que quería ser estrella" para que toméis nota de ello.
Y para poder dar el 'do de pecho' y tener una guía al menos para los primeros inicios, nada mejor que un libro:

EL ARTE DE CONTAR CUENTOS A LOS NIÑOS
Raines, Shirley e Isbell, Rebecca
ISBN: 9788497544498

Un libro excelente que recomiendo muchísimo, con 16 cuentos educativos que aunque se pueden leer, están redactados para ser narrados. En cada cuento, párrafo a párrafo, hay indicaciones laterales para captar la atención de los niños y aprender trucos para ser un excelente 'cuentacuentos'. Además, al final del libro hay unos resúmenes de cada cuento, con frases 'clave' para no perder el hilo durante la narración si te atreves a explicarlo sólo con pauta (sin leer). Y encima, incluye actividades para hacer con los niños al finalizar. Una excelente herramienta!

Si quereis leer más sobre él, podeis hacerlo en este enlace.

Os dejo con unos excelentes ejemplos (desactiva el sonido del blog al final de la columna derecha)





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17 de octubre de 2012

El cachete también es violencia


Nos parece terrible que a estas alturas, una 'palmada', 'torta', 'azote', 'bofetón', 'cachete', o directamente, una 'hostia', se considere  motivo para entrar en debate, como si fuese una cuestión de agrado o educación, confundiendo la responsabilidad con el abuso y la educación con el castigo físico, aunque pueda deberse más a una pauta aprendida que a un comportamiento instintivo. En esta categoría, también entran las nalgadas y los golpes en las manos.
Y es que, lamentablemente, el texto irónico que sigue a continuación, "De cómo pegar a los niños, (por su bien)", bien vale de excusa real para muchos de estos padres, que no entienden que el derecho que tenemos a hacer las cosas como nos de la gana, no está por encima del derecho a la dignidad de nadie.

Aunque no lo parezca, el niño reclama de continuo una especial atención a este respecto, de ahí que no pare e insista hasta que se le castigue y reprenda. El niño pide a gritos que se le pegue, pues de las collejas recibidas, a falta de un buen entendimiento lógico-lingüístico, es de donde colige su escala de valores y aprende a conducirse en la vida, que no otra cosa es educar. La abundante casuística demuestra que los niños malcriados entre continuos mimos y caricias son los primeros en apasionarse por los juegos de guerra y en adquirir patrones violentos fuera de casa, buscando en la calle lo que les falta en el hogar entregándose con desenfreno al atractivo gamberrismo urbano, al jerárquico pandillaje o a la moda del activismo antisistema, pues como dice el refrán, «en casa de cristal, se arrojan piedras...»; por consiguiente, los paternales cachetes dados con cariño, amor y psicopedagogía previenen estas tendencias.

Vaya por delante, más allá de toda opinión, que agredir físicamente a un niño (igual que a un adulto, pero mucho más cobarde y abusivo), es ilegal:
El castigo físico incumple tres de los cuatro pilares de la legislación de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989: el interés superior del niño, su derecho a la supervivencia y al desarrollo, y el derecho a que sea respetado su punto de vista. El artículo 19 de la Convención reclama a los Estados a tomar medidas "para proteger a los niños y niñas de cualquier forma de violencia física y mental". El comité, que supervisa el cumplimiento de la Convención en todo el mundo, formuló en 1995 una recomendación para "prohibir el castigo físico a los niños y niñas en la familia". En España, con la ratificación de la Convención en 1990, el Código Penal sanciona explícitamente todo tipo de violencia ejercida contra los niños y niñas. Se considera que el castigo físico no es legal.
(Desde 20 minutos)


Pegar a los niños fomenta la agresividad
Así lo contempla un estudio de la Universidad de Tulane de Nueva Orleans. "Según los investigadores, a los niños que se les pega con frecuencia a los tres años, tienden a ser más agresivos a la edad de cinco años, aunque no se indica en el estudio, podríamos trasladar los datos a edades más avanzadas. Para llegar a esta conclusión los investigadores realizaron una encuesta a casi 2.500 madres para saber con qué frecuencia podían pegar a los niños, sus hijos de tres años, durante el último mes en el momento de la encuesta. También se les preguntó sobre el grado de agresividad que mostraba el niño y sobre otras cuestiones de riesgo relacionadas con la crianza infantil. Casi la mitad de las madres (un 45’6%) afirmaron no haber pegado a sus hijos, un 26’5% manifestó haber pegado en una o dos ocasiones a los niños, y un 26’5% afirmó haber pegado en más de dos ocasiones a los pequeños."
"Los resultados muestran que a los cinco años los niños tenían más propensión a ser agresivos, incurriendo en comportamientos como los gritos, las discusiones, las amenazas,  la intimidación a otros niños, o la crueldad."
(Desde Pequelia)


Efectos a largo plazo
 Otros estudios han podido demostrar además consecuencias a largo plazo, en este artículo de Mente Libre se apunta que el castigo físico se asocia a mayores niveles de agresión contra padres, hermanos y cónyuges. Las personas que reciben azotes en su infancia tienden a volverse más agresivos y aumentan sus posibilidades de caer en drogodependencias. Además, a largo plazo, el castigo físico se relaciona con problemas de salud mental como adicciones, depresión, trastornos de personalidad o ansiedad. Por otra parte, también se ha demostrado que puede dañar el desarrollo del niño y hasta reducir su coeficiente intelectual.


Pero seguimos poniendo excusas
A pesar de todo lo que sabemos, todavía hay quien encuentra excusas para seguir dando cachetes, toques o coscorrones. Ramón Soler (Mente libre), psicólogo, especialista en psicología infantil y en psicología perinatal así como en autismo, analiza los comentarios más habituales que encuentra en sus artículos al respecto, argumentando que es por su bien, que es imposible dialogar con niños pequeños, si no se castiga se es  demasiado permisivo o que los expertos viven en una especie de mundo paralelo y no entienden de niños.  


Nuestros hijos, nuestro reflejo.
Y es que, a pesar de todo, muchos padres siguen sin ser conscientes de que nuestros hijos aprenden de aquello que ven, y que no hay mejor ejemplo que el que les demos nosotros día a día, tal y como muestra este vídeo y como nos dice Martha A. Chávez en su libro "Tu hijo, tu espejo" .
Muchos de esos padres creen que no hay manera de conseguir que un hijo nos haga caso, se porte bien o nos tenga respeto si no utilizamos el castigo físico con el (esto último, bastante irónico, que además da lugar a una enorme y tremenda confusión: el respeto con el miedo). Esos padres se agarran a la consagrada frase "a mi me pegaron y aquí estoy", dejando en evidencia que lejos de "no haberles pasado nada", aquél castigo que recibió en su infancia ha marcado un precedente a la hora de criar a sus propios hijos, y que obviamente, es una de las causas de que ese padre vea como algo perfectamente normal agredir a otra persona (aunque sea pequeña e indefensa) para conseguir su propósito. Carlos González hace excelentes exámenes de conciencia en su libro "Bésame mucho" a este respecto, haciéndonos poner en la piel del agredido con ejemplos inversos del tipo: "Cuando tu hijo no te hace caso, después de haberle dicho mil veces que se recoja su cuarto, una nalgada puede solucionar de inmediato el problema", y sustituyendo el caso por: "Cuando tu mujer no te hace caso, después de haberle dicho mil veces que tienes hambre, un buen bofetón puede solucionar de inmediato el problema" (Texto fictício no extraído del libro).

"Los niños aprenden lo que viven"

Si los niños viven con la crítica, aprenden a condenar.
Si los niños viven con hostilidad, aprenden a pelear.
Si los niños viven con miedo, aprenden a ser aprensivos.
Si los niños viven con lástima, aprenden a compadecerse a sí mismos.
Si los niños viven con ridiculez, aprender a ser tímidos.
Si los niños viven con celos, aprenden qué es la envidia.
Si los niños viven con vergüenza, aprenden a sentirse culpables.
Pero, si los niños viven con tolerancia, aprenden a ser pacientes.
Si los niños viven con estímulos, aprenden a ser confiados.
Si los niños viven con elogios, aprenden a apreciar.
Si los niños viven con aprobación, aprenden a quererse a sí mismos.
Si los niños viven con aceptación, aprenden a encontrar amor en el mundo.
Si los niños viven con reconocimiento, aprenden a tener un objetivo.
Si los niños viven compartiendo, aprenden a ser generosos.
Si los niños viven con honestidad y equidad, aprenden qué es la verdad y la justicia.
Si los niños viven con seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en quienes los rodean.
Si los niños viven en la amistad, aprenden que el mundo es un bello lugar para vivir.
Si los niños viven con serenidad, aprenden a tener paz espiritual.

Dorothy Law.

Aquellos padres que no conocen otra forma de educar, pueden encontrar una gran herramienta en el libro "Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen", de Adele Faber, en el que enseña a los padres a educar y comprender las preocupaciones de los hijos, fomentar la colaboración familiar, abordar respetuosamente los sentimientos, encontrar alternativas al castigo y ayudar a los hijos a construirse una imagen positiva de sí mismos.


"El que enseña pegando, enseña a pegar"
No es nada raro que el mismo padre o madre que utiliza los azotes para corregir la conducta de sus hijos, después recrimine la conducta del mismo cuando es el niño el que pega a otro ante un conflicto o si considera que la otra persona ha hecho algo mal. Y si el niño crece en ese contexto en el que se relaciona el castigo fisico con la corrección, ¿de qué vamos a extrañarnos cuando de mayor nos suelte a nosotros mismos un bofetón, si es lo que les hemos enseñado durante toda su infancia? Pero eso no es todo, porque existe la posibilidad de que ese niño no se revele, de que ese niño guarde el dolor en su corazoncito, destrozando su autoestima y considere algo normal ser castigado ante algo que los demás desaprueben. Y ese niño puede incluso que acepte los castigos de sus padres, así como los de otros niños, o los de su pareja, cuando sea adulto. Porque cree que los merece. A este respecto, hay numerosos estudios que indican que en la edad adulta, un gran número de personas buscan en su pareja el reflejo de su progenitor, así una mujer con un padre alcohólico o violento, es posible que acabe con un marido con las mismas características.
Además, en un estudio realizado en la Universidad Estatal de Oregón recogido por HealthDay, Shannon Lipscomb, autora del estudio (publicado en la última edición de la revista Development and Psychopathology), afirma que los hijos de padres iracundos son más propensos a las rabietas, a enojarse fácilmente y a comportarse mal si sus padres se enojan con rapidez y reaccionan de forma desproporcionada a la conducta de sus hijos. Y es que los niños tienden a imitar las conductas de afrontamiento que ven en casa.
A este respecto, Raymond Novaco, experto en psicología sobre el enfado, nos dice en una interesante entrevista publicada en Bitácora Cultural, "La ira es una emoción humana corriente muy importante para vivir, lo que pasa es que a menudo se confunde con la agresión, que es un comportamiento. Si queremos mitigar la violencia en nuestra sociedad, hemos de empezar en casa"


La letra... ¿con sangre entra?
Agredir a un hijo para corregir su conducta no es un buen método, como hemos visto, aunque a efectos inmediatos pueda conseguir el objetivo del padre. El niño agredido puede aprender a escaquearse a espaldas de los padres para no recibir los golpes, y puede también animarlo a mentir para evitarlos. Por no mencionar que en muchas ocasiones, lo único que buscan es llamar nuestra atención, y si no consiguen llamarla cuando hacen cosas bien, pueden llegar a hacerlo de la única forma que la consiguen, aunque ésta pueda acabar en agresión física (por ejemplo, no haciendo caso o desobedeciendo reiteradamente). Y es que nuestros hijos necesitan llamar nuestra atención no solo para recibir nuestro cariño, sino también para sentir que forman parte de algo, que se les tiene en cuenta, que nos importan, que los valoramos y porque es parte de su propio aprendizaje.
En un castigo infantil nunca se debe mostrar extrema autoridad o agresividad, resulta más efectivo un rostro y una actitud seria con explicaciones claras que desaprueben una mala conducta. El niño debe entender que se le desaprueba su conducta (no me gusta lo que has hecho, esto está mal, etc...) y no a él (eres malo, no te quiero, etc...)
Es por tanto imprescindible, aunque obviamente no sólo por esto, que les prestemos la atención necesaria, que pasemos tiempo con ellos, que les demostremos nuestro amor, que los aceptemos tal y como son sin comparaciones, que no negociemos jamás nuestro amor por ellos como consecuencia de una mala conducta, que les escuchemos y comprendamos (intentando ponernos en su situación y dándole la importancia que merecen sus 'problemas', aunque a nosotros puedan parecernos triviales,  para ellos pueden resultar realmente graves y nuestra comprensión sin duda les reconfortará y ayudará a solventarlos) y que formemos parte de sus vidas positivamente, sin necesidad de que tengan que llamar nuestra atención a través de un mal comportamiento.

Cuando un niño coge una rabieta, lo que hay que hacer es acompañarlo, comprendiendo que es una demostración de lo que está sintiendo y siendo conscientes de que por mucho que nos enfademos o les peguemos, no lo vamos a cambiar. La diferencia está en lo que ese niño recibirá de sus padres cuando se encuentra frente a un problema o enfado (¿respeto, comprensión y cariño... o ira, desprecio y maltrato?) y por tanto, cómo aprenderá a afrontarlo.  
¿Que pintan las paredes? Pues que las limpien. Y cuando se nos pase el enfado volvemos a hablar de dónde se pinta y dónde no. ¿Que tiran la leche? Pues les damos un trapito y que lo recojan. Y no como castigo, sino como un consecuencia lógica de sus actos, porque también es su casa y todos debemos cuidar de ella. Y si hacen algo en que su integridad física corre peligro se actúa, se le aparta o se le coge lo que sea, y ya en situación de seguridad le indicaremos qué ha pasado y cómo debería actuar.
 Si un niño se equivoca, debemos enseñarle amablemente a corregir esa conducta, y si hace algo peligroso o no adecuado, explicarle, a su altura y sin alzar la voz, aunque con semblante serio y firme, por qué motivo no debe hacer aquello y cómo debe hacerlo correctamente.

Principales modelos teóricos explicativos del maltrato infantil
"Algunas investigaciones señalan que una causa importante del maltrato son las expectativas irrealistas de los padres al esperar de sus hijos conductas maduras, que son obviamente inapropiadas para la edad de estos"
Y para ellos, tomamos esta valiosa herramienta, desde Papá conejo - Mamá piojo:

"Cuando te sientas así, cuando veas que o te tiras a las vías del tren o te desquicias... cuando sientas que ya no puedes más, antes de gritar o de perder el control: mírale las manos. Cuando veas lo pequeñitas que son te darás cuenta de lo pequeñ@ que es, de lo poquito que basta para hacerle daño."


Las manos son para...
Nuestras manos sirven para acompañar, proteger, mimar, guiar, sostener, acariciar, sentir...  El Consejo de Europa elaboró en 2008 este precioso vídeo para la campaña por la erradicación del castigo físico contra niños y niñas.
Save The Children pone a disposición de las familias una sencilla guía de crianza en positivo, titulada "¿Quien te quiere a tí?", donde de forma sencilla y amena, da herramientas para educar de manera respetuosa.

Anna Salguero y Mireia Muñoz
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