16 de septiembre de 2009

Los productos que consumimos y la problemática ambiental que generan

  • Después de haber visto un vídeo sobre el proceso por el que pasan los productos antes de llegar a nuestras manos y el impacto ambiental que provocan, me he puesto a buscar un poco más y he encontrado un artículo muy, muy interesante. Para abreviarlo, he quitado algunos párrafos explicativos, pero vale la pena leerlo entero, desde AQUI. Esta sacado de la página web CIMA, Científicos por el medio ambiente.


  • También he podido encontrar una interesante página donde explica qué es lo que se puede reciclar de cada producto: http://reciclante.blogspot.com/


  • Y además he encontrado una GUÍA DE ENVASES Y RESIDUOS DE ENVASES para empresarios, que no está nada mal para echarle un vistazo nosotros...


Los productos que consumimos y la problemática ambiental que generan

Durante las últimas décadas hemos asistido a un crecimiento exponencial de nuevos productos de consumo: aditivos alimentarios, cosméticos, fármacos, productos sanitarios, productos para bricolage….
Muchos de ellos son compuestos químicos de síntesis, es decir, substancias fabricadas en el laboratorio y cuyo interés es el de emular las propiedades de los clásicos productos naturales, cuya presencia en la naturaleza, o bien es escasa, o bien su procesado es demasiado costoso.

Es necesario reconocer que muchas de estas substancias introducidas en nuestra cadena de consumo han supuesto un gran avance en muchos ámbitos: conservación de alimentos, curación de enfermedades, higiene… pero también cabe considerar algunos problemas ambientales que éstas sustancias han generado, tanto desde el punto de vista de la salud humana, como de los impactos negativos que hayan podido producir en la naturaleza.


Normalmente los estudios de toxicidad de una determinada sustancia, se basan en pruebas con animales, especialmente ratones, cosa que no es en absoluto extrapolable a seres humanos.
Otro factor muy importante a considerar es la dificultad de demostrar las relaciones causa/efecto de un producto tóxico. A menudo son tantas las posibles causas a un problema, que quedan reducidas a muy pocas las demostraciones claras de estas relaciones. Algunos ejemplos ilustrativos podrían ser el cáncer de escroto que sufrían los deshollinadores por causa de los hidrocarburos policíclicos aromáticos presentes en el hollín de las chimeneas, la asbestosis en trabajadores de industrias donde se fabricaban las uralitas, o el angiosarcoma en trabajadores de plantas donde se utilizaba el monómero de cloruro de vinilo para fabricar PVC. En estos casos se ha podido demostrar esta relación causa/efecto por ser colectivos de personas que sufrían estas enfermedades en porcentajes muy superiores a la media, y estar claramente en contacto con sustancias supuestamente tóxicas.

Muchas veces se nos hace impensable poder incidir con nuestros hábitos en los grandes efectos globales, como podrían ser el efecto invernadero, la disminución de la capa de ozono, la lluvia ácida… En cambio, delante del mostrador de un supermercado, nuestra decisión puede suponer un cambio radical en los productos que van a entrar en nuestro organismo, a la vez que también podemos disminuir el volumen de envoltorio de rechazo que irá a parar al vertedero o a la planta incineradora, y por tanto, este acto puede implicar una pequeña pero no despreciable acción a favor del medio ambiente.


Quizás una de las familias de aditivos que cada vez son más utilizadas en todo tipo de alimentos y bebidas, son los edulcorantes sintéticos. Uno de los edulcorantes más antiguos es la sacarina (E-954), sintetizada a finales del siglo XIX. Es unas 300 veces más dulce que el azúcar, fácil de producir y barata. Está prohibida en algunos países como Canadá, y en Estados Unidos es obligatorio hacer constar en las etiquetas de los productos que la contienen, que este aditivo puede ser peligroso para la salud. En España se utiliza en bebidas refrescantes, yogures edulcorados y productos dietéticos para diabéticos.
Otro edulcorante sometido a discusión es el ciclamato ( (E-952), sospechoso de producir cáncer y mutaciones, aunque no hay un acuerdo general acerca de su seguridad. Está prohibido en Estados Unidos, Japón, Inglaterra y Francia. En España algunos refrescos de cola light muy populares contienen este edulcorante, aunque en las letras pequeñas de las etiquetas sólo aparece la E-952, que corresponde al ciclamato, además de otros edulcorantes como el aspartamo (E-951) o acesulfamo-k (E-950). Es curioso observar que la formulación de la misma marca de cola cambia en función de las normativas de los países dónde se comercializa. Así en Estados Unidos, Alemania y Nueva Zelanda entre otros, la formulación de este refresco de cola light no contiene ciclamato, cuando sí lo contiene en países como España.


Otro gran grupo de alimentos donde la manipulación es enorme son los lácteos y sus derivados.

Dentro del mundo de los cosméticos también nos encontramos con una cantidad de productos que crecen exponencialmente y en los que la utilización de algunas substancias está más que cuestionada por parte de algunos científicos. De hecho, a parte de la inhalación y la ingestión, otra de las vías de entrada de los contaminantes en nuestro organismo es la vía dérmica.

Un producto químico que aún se utiliza en España, cuando en otros países se prohibió hace ya muchos años, es la silicona utilizada como inyección directa en zonas faciales donde han aparecido las arrugas.

Otra práctica cuyo número de adeptos crece con el tiempo, es la exposición a radiaciones ultravioletas o comúnmente llamados rayos UVA.

Recientemente han aparecido algunos artículos en revistas especializadas, señalando la presencia de ciertos compuestos químicos, los parabenos, en tumores de mama. Estos mismos compuestos se usan en desodorantes y antitranspirantes por sus propiedades antimicrobianas. No está en absoluto claro que estos parabenos tengan su origen en los desodorantes y antitranspirantes y que migren a través de la piel, aunque la sospecha puede estar más que justificada.

Los productos sanitarios como compresas, pañales y tampones también has sido objeto de debate durante los últimos años. La creencia de que cuanto más blanco es un producto, mejor prestaciones nos dará como producto sanitario, ha potenciado el uso de blanqueantes, como el cloro. No están nada claras las consecuencias que los derivados clorados puedan causar al estar estos artículos en contacto íntimo con nuestra piel durante muchas horas.

Podrían comentarse muchos otros apartados y aspectos de los productos que consumimos habitualmente: si necesitamos todo este montón de embalajes que contienen el producto en sí, si necesitamos los olores, sabores, colores que lo adornan, si realmente necesitamos este producto, si su consumo va en detrimento de que otros sectores de la población se encuentren en una situación de extrema necesidad de los productos básicos.

Pero en general, acabaríamos concluyendo lo mismo: nadie, ni los científicos más sabios, pueden demostrar que una sustancia sintetizada no va a producir ningún problema. En este aspecto deberíamos ser más humildes delante de nuestro cuerpo y de la naturaleza en general, y dejar de lado la actitud prepotente del “no pasa nada” o “la tecnología ya lo resolverá”. No se trata de volver a las cavernas, como muchos apuntan con el dedo acusador, sino de ser más racionales y precavidos con lo que consumimos, y entender que la carrera en la que estamos metidos, no lleva a ese principio de sustentabilidad con el que demasiado a menudo etiquetamos nuestros futuros proyectos.

Núria Ferrer
Científicos por el Medio Ambiente



Y para ir un poco más allá, os cuelgo también el vídeo del que os hablo, es una tanda de tres vídeos. Un interesante recorrido por el proceso de los productos que consumimos y unas cuantas de explicaciones que, como mínimo, creo que estaría bien tener en cuenta... ¿Realmente necesitamos todo lo que consumimos? La respuesta es obvia, NO. Entonces, ¿no va llegando la hora de que dejemos de consumir como única forma de vida? ¿Y de que lo enseñemos a nuestros pequeños asi? Hay tantas cosas por mejorar y hacer que yo, de verdad, no se ni por dónde comenzar...

LA HISTORIA DE LAS COSAS (1)




LA HISTORIA DE LAS COSAS (2)




LA HISTORIA DE LAS COSAS (3)




Y por último, una curiosa noticia que me ha llegado... de un tipo que ha llegado por si mismo a las mismas y otras conclusiones de éstos vídeos: EL SUPERHÉROE VERDE , que en octubre nos traerá el libro "No impact man. Las aventuras de un progre con complejo de culpa que intenta salvar el planeta"



'No impact man', sufrida vida verde




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